Vivir es un derecho, no una obligación
El tema ha estado en la palestra nacional durante los últimos días.
El derecho de morir en paz.
Don Samuel Fuentes, un hombre con un cáncer terminal, que en la actualidad pesa no más de 30 kilos y que sólo está tomando medicamentos para aminorar los dolores, ha salido en los medios pidiendo su derecho a morir con dignidad. Él dijo: “Sólo quiero que la vida me deje, pido la muerte como una forma de hallar la paz”
Acaban de mostrarlo en Sin Prejuicios (TVN), el señor está absolutamente cuerdo y no está pidiendo nada del otro mundo. Suspendió el suero y espera poder morir en paz.
Alguien, en el mismo programa, dijo algo muy sabio: "hay que distinguir entre estar vivo y vivir".
Creo yo que morir con dignidad es tanto o más importante que vivir así.
Creo que prolongar la agonía es más una tortura que un favor.
Creo que los que están en el entorno deberían ser menos egoístas y aceptar de una vez que esa persona que aman se va a ir más temprano que tarde y que por más que lo droguen no lo van hacer vivir más ... sólo lo van a mantener con vida más tiempo.
¿Es vida estar postrado en una cama, con tus atributos físicos mutilados y con tus capacidades en cero? Para mi no, para mí la vida hay que vivirla mientras dure a concho, con todo lo que implica, y si ya no puedes vivirla es mejor irte, cualquiera sea la situación.
Ramón San Pedro, el mítico inspirador de la película "Mar Adentro" tuvo que recurrir finalmente al suicidio asistido para poder irse y le costó años de esfuerzo.
Él escribió esto:
Mar adentro, mar adentro,
y en la ingravidez del fondo
donde se cumplen los sueños,
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo.
Un beso enciende la vida
con un relámpago y un trueno,
y en una metamorfosis
mi cuerpo no es ya mi cuerpo;
es como penetrar al centro del universo:
El abrazo más pueril,
y el más puro de los besos,
hasta vernos reducidos
en un único deseo:
Tu mirada y mi mirada
como un eco repitiendo, sin palabras:
más adentro, más adentro,
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.
Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.
El marido de Terry Schiavo tuvo que ir a tribunales y pelear por la muerte de su mujer, la que ya no tenía funciones mentales casi, no sentía, no entendía ... no vivía.
Creo que morir es tan importante como vivir y si en nuestra vida tenemos derechos, en nuestra muerte también deberíamos de tener.
El derecho de morir en paz.
Don Samuel Fuentes, un hombre con un cáncer terminal, que en la actualidad pesa no más de 30 kilos y que sólo está tomando medicamentos para aminorar los dolores, ha salido en los medios pidiendo su derecho a morir con dignidad. Él dijo: “Sólo quiero que la vida me deje, pido la muerte como una forma de hallar la paz”
Acaban de mostrarlo en Sin Prejuicios (TVN), el señor está absolutamente cuerdo y no está pidiendo nada del otro mundo. Suspendió el suero y espera poder morir en paz.
Alguien, en el mismo programa, dijo algo muy sabio: "hay que distinguir entre estar vivo y vivir".
Creo yo que morir con dignidad es tanto o más importante que vivir así.
Creo que prolongar la agonía es más una tortura que un favor.
Creo que los que están en el entorno deberían ser menos egoístas y aceptar de una vez que esa persona que aman se va a ir más temprano que tarde y que por más que lo droguen no lo van hacer vivir más ... sólo lo van a mantener con vida más tiempo.
¿Es vida estar postrado en una cama, con tus atributos físicos mutilados y con tus capacidades en cero? Para mi no, para mí la vida hay que vivirla mientras dure a concho, con todo lo que implica, y si ya no puedes vivirla es mejor irte, cualquiera sea la situación.
Ramón San Pedro, el mítico inspirador de la película "Mar Adentro" tuvo que recurrir finalmente al suicidio asistido para poder irse y le costó años de esfuerzo.
Él escribió esto:
Mar adentro, mar adentro,
y en la ingravidez del fondo
donde se cumplen los sueños,
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo.
Un beso enciende la vida
con un relámpago y un trueno,
y en una metamorfosis
mi cuerpo no es ya mi cuerpo;
es como penetrar al centro del universo:
El abrazo más pueril,
y el más puro de los besos,
hasta vernos reducidos
en un único deseo:
Tu mirada y mi mirada
como un eco repitiendo, sin palabras:
más adentro, más adentro,
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.
Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.
El marido de Terry Schiavo tuvo que ir a tribunales y pelear por la muerte de su mujer, la que ya no tenía funciones mentales casi, no sentía, no entendía ... no vivía.
Creo que morir es tan importante como vivir y si en nuestra vida tenemos derechos, en nuestra muerte también deberíamos de tener.
2 Comments:
quedó muy luego este post debajo, casi no lo leo...
sabes?, tu punto de vista me hace pensar mucho, y me hace pensar que tus palabras tienen razón, aunque si hubiera leido esto hace tres años tal vez estaría en desacuerdo...
el problema es que nos aferramos demasiado a las personas que amamos y nos cuesta demasiado dejarlas ir, y aunque su partida sea inevitable, nos cuesta mucho aceptarlo... pero cuando al fin sucede y te das cuenta cuanto sufria en su estado, es un alivio para ti saber que ya no sufre...
Insisto, debiste dejar más tiempo este post en primer lugar...
Saludos!
Toa la razon pu... pucha igual nunca he pasado por una situacion similar ni se lo que es perder un ser querido, no se lo que es sentir la muerte, sin embargo creo que tienes razon, no hay que ser egoistas... cuanta gente estara en el mundo en estas situacion... es muy brigido, muy injusto...
Post a Comment
<< Home