El Día de la Marmota

Uno de esos días en que todo parece ser igual.

Un día más, tan predecible que sabes que nada te va a sorprender.

Todo tan plano que hasta un ring del teléfono te sobresalta y te ilusionas ... pero finalmente no es la persona que esperabas que fuera ... y sigues igual, con las mismas caras, los mismos gestos.

Día tras día te pasa lo mismo, nada es lo suficientemente entretenido, nada te llama, en realidad, la atención. Pocas cosas te hacen reír a carcajadas y cuando sucede, luego lo analizas y te das cuenta de que ríes por inercia, porque la verdad es que eso que pasó no era tan divertido como creiste en un principio.

Y vuelves a sentirte igual ... y mientras escribo me siento en un comercial de El Mercurio, ese tan lindo que al final decía "nos vemos mañana". La diferencia es que no nos veremos mañana, ni pasado mañana, tal vez pase un mes y no nos veamos. Puede ser, también, que nunca más sea una opción.

Y esperas a que tu vida cambie, a que sea más dinámica. Esperas poder salir con tus amigas, pero la llegada de tu hermano, que en realidad poco te importa, manda los planes a volar y debes resignarte a hacer planes para escuchar las historias de su verano/invierno ... Y temes que en algún momento alguien te pare el carro y te diga "cambia la carita, es tu hermanito el que viene llegando, no lo ves hace 4 meses" ... Y poco te importa, porque vas a verlo durante los próximos 270 días que quedan del año ...

... Entonces debes hacerte la idea de que debes estar todo el día sonriente, fingiendo que vives un buen momento...

Pero bueno, misma, es lo que hay ... tu vida ya es plana y no va a suceder que un día te levantes y todo haya cambiado y así poder ser feliz...